martes, 11 de abril de 2017

La hemeroteca de la BACCN

Escrito por: 
Lic. Rebeca Garcete


¿Ya conoces la hemeroteca de la Biblioteca del Congreso?


Si tu respuesta es no, entonces es el momento indicado. Comencemos por saber qué es una hemeroteca.  Básicamente, es una  biblioteca especializada en diarios y también publicaciones periódicas como revistas, gacetas, etc.


Los contenidos pueden ser tan variados como sea posible, bien específicos de acuerdo a un tema, o sección para lo cual fue creada. Podemos mencionar que muchos medios de comunicación, tienen sus propias hemerotecas, las cuales funcionan como archivos donde almacenan cada una de sus publicaciones.

Hoy día gracias a internet, las hemerotecas están a un mayor alcance del público, ya que se digitalizan los contenidos  de las diferentes colecciones, las que son posteriormente subidas a sitios web, de igual manera que algunas bases de datos.



En la Biblioteca y Archivo Central del Congreso de la Nación, también armamos un espacio de colecciones periódicas, el contenido que puede el usuario encontrar es variado; abarca una colección jurídica comprendida con las ediciones de la revista “La ley”, y también varios números de “La gaceta Judicial”.
Contamos con un archivo de los principales diarios de circulación nacional, y a través de un índice temático, ofrecemos información analítica de los diarios ABC color, Última Hora y La Nación.


Nuestra sala de hemeroteca, se encuentra ambientada especialmente para que los usuarios puedan realizar sus investigaciones y consultas de manera cómoda y tranquila; o para todo aquel usuario que sólo quiera  sentarse a leer el periódico del día.


El acceso es libre a todo público, de lunes a viernes en horario de 07:00 a 17:00 hs. 

viernes, 7 de abril de 2017

La esperanza también se construye


Escrito por: Lic. Santiago Caballero



El amor se construye, pero el odio también”; nos advirtió el gran líder de la inclusión social Nelson Mandela. Lo debemos asumir todos los que  deseamos los cambios en nuestro querido país. Para ello, ciertamente, los niños y los jóvenes son la gran esperanza. Sin embargo, cuidado con que nosotros, los adultos,  pregonemos este principio y nos  quedemos con los brazos cruzados. Con ello no hacemos sino cerrar los ojos a la realidad y esperar el tal futuro. Y, peor aún, pretendemos así justificar nuestra comodidad, nuestra inercia, nuestra hipocresía.





Ni el sector de los niños ni el de los jóvenes son sectores compactos, iguales, unívocos. Existen niños desprovistos desde el vientre de sus madres de las condiciones mínimas de la salud, de la nutrición, de la vivienda digna. Muchos de los jóvenes son de este mismo sector. A las deficiencias anotadas, se suman, lastimosamente, las carencias de la educación formal fundamentalmente basada en la repetición de contenidos; con una orfandad casi total de aprendizajes para la vida, para el desarrollo personal y social; que no ofrece las herramientas necesarias para valerse por sí mismo, para cooperar en los quehaceres de la casa, que fomente la autoestima, el aprendizaje continuo, entre otras deficiencias.



Pero este oscuro panorama no queda sólo ahí. ¿Qué esperanza pueden ofrecer los niños criados por padres violentos, con relaciones de pareja violentas? Me pregunto con mucha tristeza, también, sobre una plaga de nuestra cultura: la creencia y la práctica de que los castigos físicos educan a los niños y adolescentes. Nadie se detuvo a debatir en serio que los niños castigados con castigos físicos son indolentes, con baja autoestima, propensos a conductas gregarias, a no importarse por nada ni por nadie, a no comprometerse a superar el individualismo, el chentesé, el a mí qué me importa.



Hoy, viernes 7 de abril participé de una de las sesiones de estimulación a la lectura de bebés, uno de los programas de la Biblioteca y Archivo Central del Congreso de la Nación (BACCN). Me reafirmé en la esperanza de un futuro diferente para nuestro país. Esta es una muestra de que también la esperanza se construye. Que vos y yo no nos podemos quedar con los brazos cruzados esperando el futuro. El tiempo no nos traerá, tenélo por seguro, un cambio en el mañana si vos y yo no construimos hoy las bases, los pilares, el techo de la nueva patria que soñamos. La lectura es parte fundamental del proceso. Y aquí empezamos temprano. Con los niños de 0 a 6 años. 




miércoles, 5 de abril de 2017

Los chicos disfrutan, los adultos gozamos

Escrito por: Lic. Santiago Caballero

Una experiencia maravillosa!!


Participamos como anfitriones del ciclo "Te cuento una música", concierto para niños; fue un programa de la Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional bajo la batuta del maestro Diego Sánchez Haase y el Centro Cultural de la República El Cabildo. La obra elegida fue "Pedro y el lobo" del compositor ruso Sergei Prokófiev y la narración estuvo a cargo del celebrado actor Jesús Pérez. 

"Ver a los chicos pasarla bien a través del arte es impagable", dijeron con acierto. Pero, además, la experiencia rescata una ya vieja propuesta educativa pero no siempre llevada a la práctica con maestría, el arte: enseñar y aprender es y debe ser un juego; sí, un juego donde los ritmos musicales, la danza, la poesía, las imágenes y la tecnología, se conjuguen en el propósito no solo de adquirir conocimientos sino de incentivar la participación, la imaginación, el aprecio a todo lo bello y a lo bueno del universo y la sociedad. 

Estamos ante un serio imperativo de ofrecer estas experiencias a las nuevas generaciones. Es un desafío ineludible  para no dejarlos desprovistos de las herramientas necesarias para ser mejores personas, capaces de transformar la sociedad, como imperativos que nacen desde dentro, de la misma condición de personas.  




Resulta ampliamente significativo que el ciclo empezara en la Biblioteca y Archivo Central del Congreso de la Nación (BACCN). Por una parte, prosigue su ya rica experiencia de la atención a los chicos en la lectura, la dramatización, las ilustraciones de los textos; y, por otra, al asociarla con la música. 

Se abre otro canal de motivadoras posibilidades en los espacios del nuevo y original edificio que recorren los sones musicales con risas, las exclamaciones de los grupos de niños con visible satisfacción y contento.


Gracias a la Orquesta Sinfónica del Congreso de la Nación se afianza de forma muy original el puente entre un sector de la sociedad y la Biblioteca. 

Este sector son los niños por cuyos derechos, por su  vigencia y pleno respeto, Paraguay es país signatario de una Convención Internacional, así como está también establecido en la Constitución Nacional. 

Para que los niños y jóvenes sean realmente la esperanza del por-venir, necesitamos que las instituciones actuales y nosotros, los adultos, dejemos los estilos de educación anticuados, ultra-pasados; y que inauguremos los que los ayuden a crecer ahora ya, a ser mejores y más responsables personas; en otras palabras, a ser más humanos, más dialogales, más fraternales.

Bienvenida en esta labor a la Orquesta. Bienvenidos los niños. Bienvenida toda la sociedad. Este puente quiere afianzar su vocación y unir a todos en la común tarea de mejorar la convivencia basada en las leyes.