miércoles, 3 de octubre de 2018

BIBLIOTECOLOGÍA, PROFESIÓN INELUDIBLE PARA EL DESARROLLO

Escrito por Santiago Caballero


La Cámara de Senadores homenajeará a dos pioneras y baluartes de la bibliotecología en el Paraguay. Ellas son Yoshiko Moriya de Frendorfer y Zayda Caballero. Con toda una vida de estudios, de  capacitaciones y de  propuestas, han logrado el sitial correspondiente a esta profesión y, por ende, a  los bibliotecarios. La tarea no fue fácil ni antes ni lo es ahora. Los estudios superiores, por mucho tiempo, hasta casi la segunda mitad del siglo pasado, no pasaban de las propuestas tradicionales. Fue así que una decena de ellas se convirtieron en los lugares comunes de las ofertas y, sobre todo de las apetencias de los jóvenes bachilleres.

El incipiente desarrollo, sin embargo, forzó un saludable cambio. Así, se unieron las carreras humanísticas como la sicología, la sociología, las ciencias de la comunicación, la bibliotecología y otras. Este nuevo abanico, a su vez, respondía a las crecientes necesidades de la formación ante los problemas emergentes y  las nuevas tecnologías.

Sin embargo, tal proceso necesita de un incentivo permanente, creativo y audaz. En este caminar se encuentran muchas de las carreras mencionadas y otras. Así, la bibliotecología, las ciencias de la comunicación, la antropología, la sociología, la politicología…Me detengo en las ciencias de la comunicación. A más de cincuenta años de la creación de esta carrera en el país, todavía le queda mucho por andar. Las nuevas tecnologías de la información, el auge de la industria de la imagen, sobre todo del cine, le han ayudado bastante. Pero, curiosamente, se dan contradicciones. Hace muy poco en una capital departamental, la filial de una prestigiosa universidad despidió a la comunicadora de su departamento de comunicación y en su lugar colocó a una egresada de Administración. O sea, encabezó una regresión de unos cuarenta años.

Es muy saludable, en contrapartida, constatar que hoy no sólo las universidades sino los centros educativos de la secundaria cuentan con sus bibliotecas. El gran desafío es que al frente de  las mismas se encuentre un o una bibliotecaria. Pues es la profesional indicada, formada, capacitada, para que esos espacios no sean unos depósitos de los libros sino espacios de experiencias creativas al encuentro con obras científicas, de recreación y de la alegría de aprender con las lecturas permanentes. Y cuyos visitantes sean los niños de la educación inicial, de la secundaria, de sus profesores e incluso de los papás y las mamás.

Al homenajear a Yoshiko y a Zayda vamos a compartir  con ellas sus sueños, sus esperanzas, por bibliotecarios bien capacitados y comprometidos con el desarrollo de nuestro pueblo.


Bahía de la Asunción, 02.10.18

miércoles, 19 de septiembre de 2018

LAS TERTULIAS EN LA PRIMAVERA





Escrito por: Lic. Santiago Caballero



Según mis textos de consulta,  las tertulias son  las reuniones  de amigos donde se conversa sobre diversos temas; pero, las de temas literarios eran las más frecuentes y entonces estas reuniones acapararon la denominación: o sea, pasaron de “tertulias literarias” a simplemente “tertulias”.  Pero, a pesar de ello no dejaron de tener  vigencia también las de carácter más amplio, las convocadas para conversar sobre las  ciencias, la  política, la economía y un largo etcétera como infinitos son los temas humanos, así como los diversos grupos, los  intereses, las necesidades, en la siempre común línea de informar, debatir, aprender, compartir. En síntesis, un excelente instrumento educativo de carácter informal.

Cuentan también las fuentes que la denominación “tertulia” tiene su origen etimológico en Tertuliano, un laico converso al cristianismo en el segundo siglo DC; nació en Cartago, actual Túnez, se educó en Roma, capital del imperio de aquellos tiempos. Se especializó en Derecho, Filosofía, Retórica, fue un ferviente defensor de la fe, “desarrolló el vocabulario que más tarde utilizará la teología cristiana”. En fin, un intelectual ideal para las tertulias de los temas de su especialidad.

Pero, el mayor peso de la tradición de las tertulias proviene del Siglo de Oro Español. Este período de los grandes escritores, dramaturgos, poetas, de las grandes producciones de la lengua castellana,  también cuajó la costumbre de las reuniones de y con los escritores en las que se debatían los temas, los estilos, etc. etc.

La Biblioteca y Archivo Central del Congreso nos invita a las TERTULIAS PRIMAVERALES. Los contextos espaciales y temporales no pueden ser más propicios. Así, la primavera con su carga de las flores, de sus perfumes  nos envuelve con los ideales del aprender sin barreras, de la renovación constante; y, en medio de cientos de libros, los escritores nos ayudarán a leer, a interiorizarnos de los mundos, las ideas, las culturas, por los que ellos transitan y quiere que los acompañemos.

¡Bienvenida la primavera! ¡Bienvenidas las TERTULIAS PRIMAVERALES en la Bahía de la Asunción!

miércoles, 20 de junio de 2018

Ante el 26° Aniversario de la Constitución Nacional


Escrito por: Santiago Caballero

Hoy, 21 de junio, celebramos el 26° aniversario de la Constitución Nacional. Es nuestra Ley Fundamental. Lo cual significa, sencillamente, la madre de todas las leyes, las raíces de todas las otras normativas en vista a la convivencia, al desarrollo, al progreso, como nación civilizada. Bienvenida fue en su nacimiento y sigue hoy cumpliendo su razón de ser.


A lo largo de estos veintiséis años fueron y son muchas las voces que señalan sus imperfecciones, las necesidades de su modificación, de su mejoría en varias de sus propuestas y artículos. Estas voces no hacen sino señalar que nada humano es perfecto sino perfectible. A su vez, que el paso de los años van marcando nuevas e inéditas necesidades que merecen una legislación actualizada. Justamente esta es una las misiones del poder legislativo, sus componentes, los legisladores, más allá de sus adhesiones partidarias, deben estar siempre muy atentos a esas necesidades para responder de forma democrática a las actualizaciones. Y, dado el caso, recurrir a los mecanismos institucionales para las reformas de más largo alcance.



Sin embargo, esta Constitución Nacional vigente y nacida hace veintiséis años, tiene el mérito histórico innegable de ser la primera de corte democrático en sus orígenes y en sus fundamentos esenciales. Con ella se inaugura y se garantiza la democracia pues establece las instituciones llamadas a canalizarla, a resguardarla, a vigilarla.
Es posible que a la vuelta de casi tres décadas, en la actualidad, hayamos perdido este dato fundamental. No sentimos ya el peso

de la dictadura, de los mecanismos nefastamente opresivos tanto a nivel personal como a nivel de la ciudadanía. La Constitución Nacional nacida hace 26 años dice no más estado de sitio. No más mandos unipersonales. No más dos poderes, el Legislativo y el Judicial, encadenados al Poder Ejecutivo. No más censuras a la libertad de expresión y, al mismo tiempo, la garantía plena de los derechos humanos fundamentales.


En este breve recuerdo va la gratitud a los ciudadanos constituyentes de este nuevo amanecer. Gracias también a los que día a día, muchos en silencio, forjan hoy una nueva sociedad basada en el cumplimiento de los derechos como lo establece nuestra Constitución Nacional.

viernes, 4 de mayo de 2018

Discurso de la Directora General de la Biblioteca y Archivo Central en ceremonia de apertura, semana del libro


Señoras, Señores

Sean todos bienvenidos. Nos sentimos muy honrados con su presencia que engalana este acto de apertura de la semana del día del libro y la propiedad intelectual. Estas recordaciones han unido solidaria y fraternalmente a la Biblioteca y Archivo Central del Congreso de la Nación y a la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual. Esta mancomunión nos llena de alegría y de esperanzas, pues constituye una muestra para toda la sociedad de la importancia de aunar esfuerzos, talentos y las ilusiones hacia objetivos comunes; y que sin duda, redundarán en los mejores servicios de ambas instituciones.

El día internacional del libro, 23 de abril, y el día de la propiedad intelectual, el 26 de abril, han sido los incentivos para la organización de esta semana con exposiciones, charlas, premiaciones y debates sobre temas relevantes y de actualidad. La alegría de ambas conmemoraciones pues, la canalizaremos en las concreciones de los mutuos logros y de las aspiraciones de la Biblioteca y de la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual.

El 27 de Junio de 2016, la Biblioteca y Archivo Central del Congreso de la Nación y la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual, suscribieron el convenio de cooperación. Mediante este acuerdo ambas instituciones se comprometen rescatar las obras de los creadores y tomar los recaudos de conservación para así contribuir a preservar el patrimonio documental, raíz y fundamento de nuestra memoria histórica nacional.

Esto significa que nos esmeraremos de darle la visibilidad necesaria y evitar toda posibilidad de exterminio de innumerables obras, las creaciones de muchos compatriotas en la literatura, la música, los bocetos, las fotografías. Realizado este proceso en manos  de nuestras expertas en la materia, viene la realización de la siguiente etapa de nuestros propósitos: sostener una base de datos para las consultas en línea de todos los interesados del país y el mundo.

De la apretada síntesis de este nuevo, desafiante y valioso emprendimiento, recalco lo fundamental e ineludible ante las exigencias de los tiempos en que vivimos: la preservación y puesta a disposición del patrimonio documental del país, parte de su memoria histórica. En un pueblo de profundas raíces culturales de comunicación oral, es hora de tomar conciencia y complementarlo con la preservación de nuestros registros escritos, documentado, canalizado a través de los nuevos y potentes medios de comunicación. Esto, a su vez, permitirá un salto cualitativo para insertar a nuestro querido país en el gran concierto mundial: seremos una voz más entre las múltiples voces pero en condiciones de aportar desde la creación de nuestros compatriotas hacia un mundo justo, solidario, participativo e inclusivo.

Muchas gracias.

Discurso del Presidente del Congreso, Senador Fernando Lugo en la apertura de la Semana del libro


Señoras, Señores

Me es grato como Presidente del Congreso de la Nación, ofrecer las palabras de apertura de la semana del libro y de los derechos de autor. Igualmente me es agradable venir a este recinto en las recordaciones del Día del libro y la Propiedad intelectual. Así es, vengo a corroborar con mi presencia una hermosa realidad: un espacio nuevo, moderno, acogedor, de gran utilidad para los legisladores y por extensión al servicio del pueblo como parte de la misión del Congreso de la Nación.

Las instituciones organizadoras de esta semana, la Biblioteca y Archivo Central del Congreso, y la Dirección Nacional  de Propiedad Intelectual, son muestras muy  claras de los logros legislativos en un área imprescindible para el desarrollo nacional. Ambas se insertan en el quehacer cultural, en temáticas muy específicas de enorme importancia: la valoración de la cultura escrita;  y la custodia a los intelectuales, a los cultores de las letras y las artes.
Nuestra Biblioteca nace de la ley 3436 del año 2008, y se vuelve una hermosa realidad al inaugurarse este edificio en el año 2016.

El depósito legal se establece en nuestro país, a partir de la promulgación de la ley N° 94, “Que protege las creaciones científicas, literarias y artísticas, y se crea el registro público de derechos internacionales”, promulgado en el año 1.951, y la Dirección Nacional de la Propiedad Intelectual se crea por medio de la ley 4.798/2012.
Así como dicen los sabios, un pueblo sin memoria histórica es un pueblo cuyo destino está en la duda, en la incertidumbre, en las turbulencias coyunturales de las ambiciones desmedidas de grupos o individuos en el poder. En la misma línea, podemos afirmar, que un pueblo que no valora la lectura y las creaciones artísticas será un pueblo sin identidad definida, sin los ensambles sociales gozosos de la alegría de crear y apreciar lo bello.

Ambas leyes e instituciones, cuyas metas tienen como podemos apreciar, un hermoso camino andado. Sin embargo, los quehaceres son desafiantes. La propiedad intelectual debe ser reglamentada de forma continua y en sus múltiples facetas.
Los creadores compatriotas, asimismo, precisan de incentivos permanentes y de garantías legales que velen por su estatus profesional; que les garantice una vida digna, segura y motivadora para la inspiración. Para que la sociedad aprecie y valore su tarea, para que ellos puedan crear libre y permanentemente, el Congreso de la Nación debe convertirse en su garante, en su apoyo con leyes de permanente actualidad.

La Biblioteca, nuestra Biblioteca, se encuentra ante el gran desafío no solo de mantener lo alcanzado hasta aquí, sino de enriquecer día a día el acervo tanto de los libros como de los archivos. Asimismo, de adecuar la riqueza de la cultura escrita a las nuevas modalidades de la tecnología de la información y de la comunicación.

Y estamos seguros que nadie aquí mira atrás, sino hacia el futuro promisorio. Un futuro donde se conjuguen todos los esfuerzos para el mejor servicio a los legisladores, a sus asesores, a los funcionarios y a toda la sociedad.

Agradezco los esfuerzos de los organizadores de esta semana; a ellos y a todos los presentes, el mejor de los éxitos.

Muchas Gracias.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Mi mochila de docente sin armas


Escrito por:
Lic.  Santiago Caballero

Me niego rotundamente a portar armas, del tipo que fuera, en las aulas. Jamás llevaré ni en la cintura, ni en la mochila, ni entre los libros y los apuntes ningún objeto destinado a agredir o repeler. Jamás de los jamaces portaré un arma blanca, azul, negra, en un espacio destinado a compartir mis conocimientos, a ayudar a los otros a valorar el pensamiento, la investigación; a analizar  los logros de ayer, los de ahora, para promover juntos una mejor convivencia, una sociedad justa e inclusiva.  
Me resulta altamente revulsivo el “consejo”, aunque venga del presidente norteamericano. Este señor, incapaz de poner fin al comercio irrestricto de las armas, se toma el atrevimiento de sugerir que los docentes vayamos a las aulas proveídos de otras tantas armas. Tamaña estupidez sólo puede provenir de los poderes al servicio del dinero, de las ganancias a lo que dé lugar sin importar los perjuicios consecuentes. En esta línea, la  industria de la guerra ocupa un lugar medular. Esta industria, con pingües ganancias para los gobiernos que la impulsan y para las empresas comprometidas, se inscribe en el perverso juego de la destrucción de las naciones, de los gobiernos no alineados, de las culturas consideradas peligrosas. Cuando se desatan los ataques, no los para ni las declaraciones de los notables, ni el clamor de los víctimas; las mortandades alcanzan a civiles, niños, enfermos, ancianos;  los patrimonios de las culturas, los seres vivos son aniquilados a discreción.

NOS PRIVAN DE LA TERNURA

Hacia el año 1982, el genio de la cinematografía, Steven Spielberg, ofrecía al mundo “ET”, “El extraterrestre”. Este personaje, dejado a la deriva por los suyos, se encuentra en una familia norteamericana de clase media, en mitad de un doloroso conflicto por la ausencia del papá, fugado con una amante. La simpatía del extraño visitante, a pesar de su apariencia monstruosa, sus esfuerzos por comunicarse con sus nuevos amigos, nos hicieron olvidar el conflicto doloroso  familiar. Drama empeorado por la ausencia de la madre, obligada a trabajar fuera para mantener su hogar y de una educación escolar muy preocupada en disecar ranas  en nombre de la ciencia, pero lejana a sus soledades, a sus ansias de cariño y comunicación. Mis hijas, por entonces niñas, lloraban a la par de nosotros, sus padres, ante  la despedida del ET, pero sin  preocuparnos ya de los conflictos de los niños, de la familia, de la educación deshumanizada.
Casi cuarenta años después de la profética película de Spielbert, las grandes y vitales ausencias anunciadas allí,   se globalizaron. Los hijos de las tinieblas, más sagaces que los hijos de la luz, según el Evangelio, incentivaron las guerras mundiales no declaradas, pero de igual o mayor poder de devastación, siempre con  perfeccionamiento de las armas; hacen caso omiso de la destrucción de la naturaleza, al punto de peligrar la vida en la tierra. A la par, el tráfico y comercio de las armas se convirtió en un rubro próspero e intocable en nombre de la libertad. Y los centros de enseñanza, de todos los niveles, se volvieron enclaves de la transmisión de los saberes, agigantada por las nuevas tecnologías, pero cada vez más vacíos de los principios éticos, de la solidaridad, de la ayuda mutua, del diálogo.

  
Las matanzas en los colegios en manos de alumnos de los mismos centros, cada vez con mayor frecuencia, son síntomas de una   sociedad incapaz de encontrar límites a la industria muy próspera de la guerra y de la violencia homicida; en esta sociedad, la escuela no es un lugar de encuentro, de superación, de permanente diálogo entre las nuevas y las anteriores generaciones, para construir juntas verdaderos grupos humanos, grupos donde se aprenda el respeto a la dignidad humana, a las diferencias, donde el amor se canalice en la solidaridad; donde  los conocimientos de las ciencias y de las artes, mancomunen los ideales de ser más sobre el tener más.  
Por eso me niego a portar armas en las instituciones de enseñanza. Me niego, igualmente,  a usar la terminología que pretende esconder la violencia como cuando se habla de “disparador” en vez de motivador; de las “armas” en vez de instrumentos….Mi lenguaje no traicionará mis principios de paz, de diálogo, de inclusión. Nunca usaré ni las  armas reales ni las  armas metafóricas.