viernes, 4 de mayo de 2018

Discurso de la Directora General de la Biblioteca y Archivo Central en ceremonia de apertura, semana del libro


Señoras, Señores

Sean todos bienvenidos. Nos sentimos muy honrados con su presencia que engalana este acto de apertura de la semana del día del libro y la propiedad intelectual. Estas recordaciones han unido solidaria y fraternalmente a la Biblioteca y Archivo Central del Congreso de la Nación y a la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual. Esta mancomunión nos llena de alegría y de esperanzas, pues constituye una muestra para toda la sociedad de la importancia de aunar esfuerzos, talentos y las ilusiones hacia objetivos comunes; y que sin duda, redundarán en los mejores servicios de ambas instituciones.

El día internacional del libro, 23 de abril, y el día de la propiedad intelectual, el 26 de abril, han sido los incentivos para la organización de esta semana con exposiciones, charlas, premiaciones y debates sobre temas relevantes y de actualidad. La alegría de ambas conmemoraciones pues, la canalizaremos en las concreciones de los mutuos logros y de las aspiraciones de la Biblioteca y de la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual.

El 27 de Junio de 2016, la Biblioteca y Archivo Central del Congreso de la Nación y la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual, suscribieron el convenio de cooperación. Mediante este acuerdo ambas instituciones se comprometen rescatar las obras de los creadores y tomar los recaudos de conservación para así contribuir a preservar el patrimonio documental, raíz y fundamento de nuestra memoria histórica nacional.

Esto significa que nos esmeraremos de darle la visibilidad necesaria y evitar toda posibilidad de exterminio de innumerables obras, las creaciones de muchos compatriotas en la literatura, la música, los bocetos, las fotografías. Realizado este proceso en manos  de nuestras expertas en la materia, viene la realización de la siguiente etapa de nuestros propósitos: sostener una base de datos para las consultas en línea de todos los interesados del país y el mundo.

De la apretada síntesis de este nuevo, desafiante y valioso emprendimiento, recalco lo fundamental e ineludible ante las exigencias de los tiempos en que vivimos: la preservación y puesta a disposición del patrimonio documental del país, parte de su memoria histórica. En un pueblo de profundas raíces culturales de comunicación oral, es hora de tomar conciencia y complementarlo con la preservación de nuestros registros escritos, documentado, canalizado a través de los nuevos y potentes medios de comunicación. Esto, a su vez, permitirá un salto cualitativo para insertar a nuestro querido país en el gran concierto mundial: seremos una voz más entre las múltiples voces pero en condiciones de aportar desde la creación de nuestros compatriotas hacia un mundo justo, solidario, participativo e inclusivo.

Muchas gracias.

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