miércoles, 11 de diciembre de 2019

LA HERMANA REGINA Y EL POETA NO ANÓNIMO

Escrito por: Santiago Caballero con la colaboración de Próspero Bareiro y Liz Frutos 

En tiempos de Navidad, recuerdo al poeta José Luis Appleyard (1927-1998). Son varios sus poemas sobre la Navidad, sobre nuestras costumbres en diciembre. En la Biblioteca y Archivo Central del Congreso, podes encontrar “Antología poética”, “Imágenes sin tierra” y “Poemas”. En 1997 el Congreso le concedió el Premio Nacional de Literatura por su libro “Cenizas de la Vida”. Acompañé al entonces Presidente Miguel A. Saguier al IPS donde se encontraba internado y donde se le entregó el Premio. Además de poeta fue narrador, dramaturgo, periodista.

Me preguntarás “¿a qué viene el título de este artículo?” Ya. Como recordarás la Hermana Regina es una religiosa argentina que fundó “Alcohólicos Anónimos”. Es una entidad cuyo propósito es ayudar a los que deseaban dejar el vicio del alcohol. Pues bien, José Luis era nuestro compañero de tareas en el diario “La Tribuna”, ya desaparecido. Llegaba a la redacción hacia las 11 de la mañana, entonces nunca faltaba una voz que le gritaba: “¡José Luis, te llamó por teléfono la Hna. Regina!” Y él, invariablemente respondía: “¡Yo no soy anónimo!”

Querido, José Luis, cómo olvidarte. Siempre elegantemente vestido, siempre cordial, ameno, conversador. Antes de sus labores ante la vieja máquina de escribir, lo rodeábamos para escuchar sus anécdotas, pareceres y opiniones, siempre originales, chispeantes.

Su personalidad sencilla, diáfana como un ysyry, se refleja en sus poemas. En ellas las palabras fluyen armoniosas, sin estridencias, coloquiales como fue siempre su trato. Lamento hoy que no contestaras a la Hna. Regina porque probablemente te teníamos más tiempo entre nosotros. Nos dejas tus poemas. Y este diciembre puede ser el tiempo propicio para sentirte como en las inolvidables tertulias en el viejo “La Tribuna”. Me parece escucharte:

“Este diciembre

-el tiempo de las uvas-

con perenne amistad hacia mí vuelve

y abre la entraña absorta del recuerdo

y me llena de paz

este diciembre”

viernes, 6 de diciembre de 2019

FALLECE EL PADRE MELÍA, LUCHADOR DESDE LA INVESTIGACION Y LAS LETRAS.


Escrito por: Santiago Caballero 

En la madrugada de hoy falleció el Padre Bartomeu Meliá Lliteres. Nació en Porreras, Mallorca, España. Desde mediados del siglo pasado se radicó en Paraguay. Investigó sobre la lengua y la cultura guaraní, es uno de los más identificados con nuestro pueblo, con los aborígenes con quienes convivía asiduamente. En 2005 el Gobierno Paraguayo le concedió la Nacionalidad  Honoraria tras un pedido originado en el Senado. En 2005 obtuvo el Premio Nacional de Ciencias por su libro “La lengua guaraní en el Paraguay colonial”. 

Paso a enumerarte los libros del P. Meliá a tu disposición en la BACCN  “El guaraní conquistado y reducido”; “El Paraguay inventado”; “Guaraníes y jesuitas en tiempos de las Misiones”; “Historia Cultural del Paraguay. 1ª. Parte”; “Jesuitas, guaraníes y encomenderos”; “Mundo Guaraní”; “Otras historias de la Independencia”; “La tercera lengua del Paraguay y otros ensayos” y “Una nación dos culturas”(colaboración de Próspero Bareiro, Jefe de Referencias). 

Como ves, la sola mención de los títulos nos muestra su interés, su pasión por nuestra historia, nuestra cultura y nuestra lengua.

Ahora te cuento que el Padre Meliá me honró con su amistad. Fui su alumno en la Universidad Católica. Trabajé con él, en la Católica de Encarnación, en una de las Jornadas Internacionales sobre las Misiones Jesuíticas. Varias veces participé a su lado en encuentros y  jornadas. Me impactaron su profunda sabiduría, su sencillez en las relaciones y en la participación de sus saberes, su empatía con cuantos se le acercaban. 

Dedicó su vida a la ciencia y a los indígenas. El Pa’i Meliá nos deja el gran testimonio del científico, del investigador que se compromete no con los temas sino con las personas, con las comunidades, sobre todo con  las más necesitadas, de las más abandonadas.


Me cuesta decir “Buen viaje, Pa’i Meliá” porque quiero sentirlo siempre de cerca, aquí entre nosotros.