La influencia itálica de su ascendencia hizo que cultivara la poesía y
la música. Con igual maestría tocaba el piano y la cítara, arrancando del
teclado y de las cuerdas vibrantes polcas y nostálgicas barcarolas.
Hijo de un inmigrante de Sorrento y de una Paraguaya, Ignacio A. Pane
nació en Asunción el 31 de julio de 1881; de adolescente militó en la
asociación política de su padre, el partido Colorado.
Se graduó en Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de
Asunción, además fue periodista, profesor, político, parlamentario y Sociólogo,
toda su labor se caracterizó por su solvencia intelectual y madurez de
criterio.
Bajo el seudónimo de Matías Centella, Pane inició con Juan E.
O´Leary y Enrique Solano López la memorable campaña para reivindicar
al Mariscal López y a las glorias nacionales. Ejerció la crítica histórica con
espíritu científico y fe nacionalista, fue uno de los iniciadores del
revisionismo histórico.
Pane ejerció las cátedras de Sociologìa y Filosofía del
Derecho en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, y la de Literatura
Preceptiva en el Colegio Nacional y Escuela Normal. Por esos días lanzó su
libro “Lecciones de Literatura Preceptiva”, verdadero monumento
de Estética, Retórica, Estilística y Poética.
En política, actuó desde su adolescencia en el Partido Colorado, a la
doctrina liberal, el individualismo, el lesserferismo machesteriano, opuso
Pane, en la misma línea ideológica que Garay, Moreno, Irala, Brugada y
Mallorquín, su doctrina nacionalista y su firme adhesión a los aspectos
sociales de los fines del Estado. Se proclamó a sí mismo “socialista”
para confirmar su postura antiliberal y anti individualista.
Son conocidas sus conferencias en esa dirección doctrinaria, que versan
sobre “Política y obreros, “Solidaridad social”,
“La mujer ante la causa obrera”.
Cabe mencionar además, que fue uno de los primeros feministas del Paraguay.
Electo Diputado por el Partido Colorado, se destacó de inmediato en el
recinto del Congreso por su talento y sus virtudes cívicas y
morales. Allí luchó con patriotismo y pasión por la
justicia y el progreso, adelantándose a su tiempo y a su medio, presentó un
proyecto de ley reduciendo la jornada obrera a 8 horas, como también otras
iniciativas de justicia social. Ignacio A. Pane es ampliamente conocido en el
exterior por sus estudios sociológicos, etnográficos y antropológicos.
Natalicio González, el consagrado escritor paraguayo, en la “Colección
Panamericana”, de la Editorial Jackson, publicó en Buenos Aires en 1946 el
libro “Ensayos Paraguayos” de Ignacio A. Pane. Entre los
numerosos trabajos allí recopilados se destacan “Geografía Social” y “La mujer
guaraní”.
En el primer libro citado el autor hace esta advertencia: “Superfluo es
advertir que no pretendo haber hecho un trabajo original ni acabado. Lejos de
favorecerme las circunstancias generales de la enseñanza (de remuneración y
bibliotecas paupérrimas) y las mías personales, con 18 horas semanales de
clase, la labor parlamentaria, mi estudio de abogado, etc., todo ha concurrido
este año a impedirme el logro de mis deseos de ofrecer a los estudiantes la
última palabra de la materia en lo referente a los preliminares.
Polifacética fue la personalidad de Ignacio A. Pane. Periodista,
profesor, político, parlamentario y sociólogo, toda su labor se caracterizó por
su solvencia intelectual y madurez de criterio.
Ser leal a sus amigos y justo con sus adversarios, fueron dos cánones
invariablemente observados por Pane en su paso por la vida. En esa vida tan fugaz,
en esos días tan raudamente transcurridos, pues falleció antes de cumplir 40
años.
Enriqueció la bibliografía paraguaya con una larga serie de opúsculos y
libros, fue indudablemente la cabeza científica mejor organizada y
más alta que produjo el Paraguay. El brillo de su figura científica está
embellecido por la suma grandeza de su figura moral.
Su vida nos enseña que la ciencia, a la par de elevar el intelecto,
purifica y ennoblece el alma de sus sacerdotes fieles. Tal la personalidad y
proyección intelectual y científica de aquel maestro por antonomasia que se
llamó Ignacio A. Pane.
Sanchez
Quell, H. El Tiempo Que Se Fue. Ediciones Comuneros. Asunción. 1976
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