Cuenta la historia que en
1836, don José Gaspar Rodríguez de Francia creó la primera biblioteca pública
del país con un fondo documental de aproximadamente 5.000 volúmenes, que en su
mayoría eran textos que fueron confiscados de las familias que el Dictador
consideraba oligárquicas.
También otro grupo de los
materiales fueron donados al estado, por un médico inglés que llegó al
País en 1861 por pedido de Don Carlos Antonio López, quien lo había contratado
en ese entonces para organizar la sanidad nacional.
En el año 1840,
específicamente en fecha 16 de octubre, es que celebran los acuerdos en el
Palacio de Gobierno entre el sucesor del Dr. Francia y el cuerpo Municipal ante
la necesidad de proporcionar en cuanto sea posible los medios que habilitaran y
franquearan la Biblioteca Nacional, que fue fundada por el Dictador Francia.
En ese
momento, fue así nombrado director de la Biblioteca Nacional, el bibliotecario
José Gabriel Benítez. En conmemoración a esa fecha, la Asociación de
Bibliotecarios del Paraguay a partir del año 1961 fija el “Día del
Bibliotecario”
La función primordial del bibliotecario, por mucho tiempo se
limitó a lo que corresponde a conservación y custodia de libros, lo cual se
consideraba hace siglos como privilegio sólo para la élite imperial o
sacerdotal ilustrada.
Pero luego del paso del tiempo y junto con los avances
tecnológicos, esta profesión fue adquiriendo un mayor campo de trabajo, ya que
los modernos sistemas de comunicación obligan a estar constantemente en
contacto con las personas, difundiendo información pública, y ayudando a que
ésta circule con mayor facilidad.
El papel del bibliotecario
Dentro del ámbito de la bibliotecología existen varias áreas
de trabajo, pero se reconoce a cuatro que son en las que principalmente se
desempeña un profesional de esta ciencia, las cuales son; el bibliotecario de conservación
o popularmente conocido como archivero, el bibliotecario de lectura, el
analista de contenido y el bibliotecario especializado o documentalista.
Es así que el rol en la sociedad del bibliotecario de hoy
día, debe enfocarse en establecer nuevas formas de acceso al conocimiento, ya
que si bien un libro se considera un capital intelectual y soporte importante
para llegar a más información, el mundo actual nos ofrece la conexión global mediante la internet; con
la cual, si bien podemos encontrar un sin
fin de datos disponibles y libres; no siempre éstos son de forma veraz y
organizada.
He ahí el reto del bibliotecario actual, de reunir ciertos
talentos como la paciencia, la vocación de servicio, pero por sobre todo la
capacidad de ser una persona emprendedora y con ganas de crecimiento constante;
pues de ser depositarios de libros, a la
actualidad pasaron a ser difusores y
administradores de información especializada y documentada.
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