Escrito por: Santiago Caballero
Desde la infancia todos tenemos la imagen de un maestro, de
una maestra. Son los que nos recibieron en el aula primera, los que escucharon
y evaluaron nuestras tesis, antes de vestir la toga y el birrete. Los recordamos
sobre todo a aquellos, a aquellas, que por sus conocimientos, sus actitudes, su
comprensión, sus desvelos, dejaron en nosotros alguna huella indeleble al paso
de los años. Pero, sin embargo, en el día del maestro, los recordamos a todos,
les agradecemos y, a pesar de los años, valoramos su acompañamiento, sus
aportes, en nuestro crecimiento, en la mejora de nuestro ser y de nuestras
formas de ser.
Un maestro paraguayo, fallecido en la plenitud de su
existencia, acuñó un apelativo para los maestros en el idioma guaraní. Ubaldo
chamorro llamó a los maestros pytyvóhara , o sea el ayudante, y mejor aún el
ayudador. Entonces, el maestro es más que mbo’e hara, pues el maestro no se
contenta con transmitir los conocimientos, con enseñar las distintas ciencias;
el maestro está a nuestro lado para ayudar a despertar en nosotros las
inquietudes, los interrogantes y desde ahí construir con nosotros el saber
desde la vida y para la vida; es el ayudante que nos ayuda a sentir las
necesidades de la madre tierra y de sus habitantes, nuestros co-hermanos, los
miembros de nuestras familias, los de las comunidades con las que
interactuamos.
Este perpetuo ayudante, al que llamamos maestro, está ahí
para señalarnos que es mejor ser más que tener más; para proponernos metas en
nuestro crecimiento personal y en el desarrollo de la comunidad, de la patria.
Este ayudante nos alienta ante las dificultades, ante el cansancio, ante las
violencias que nos separan, que nos aíslan; porque así como se aprende el odio,
las discriminaciones, también se aprende el respeto, la justicia, el buen
trato, la hermandad.
En el día del maestro brindamos con gratitud por todos los
maestros, por los que conocimos y por los que no conocimos. Celebramos su día
con gratitud y con el reconocimiento que sin su ayuda no seríamos lo que somos
y lo que aún nos falta para ser como ellos nos orientan.
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