Escrito por: María del Carmen Baéz
13 de Noviembre de 1914
Silvio Pettirossi, luego de estudiar en Francia llega a
Asunción, donde es recibido como héroe nacional.
Silvio Pettirossi murió el 17 de octubre de 1916 durante
un vuelo para verificar las reparaciones realizadas en su avión, en tierras de
la familia Castell, en la provincia de Buenos Aires, a la edad de 29 años.
Ese día, alrededor de las 9 de la mañana, Pettirossi trepó
nuevamente a su fiel Deperdussin “T” para someterlo a sus acostumbradas
acrobacias, en vista a los exitosos vuelos de los días previos. Las condiciones
atmosféricas no eran muy favorables, ya que soplaba un fuerte viento. Después
de unos diez minutos de vuelo, Silvio hizo una señal a los que estaban en
tierra para indicarles que todo iba bien, y acto seguido, trepó a unos 1.400
metros de altura e inició sus acrobacias. Mientras realizaba su famoso “looping
al revés”, un tensor del ala izquierda cedió, desprendiéndose; golpeó la
hélice, seccionándola. Inmediatamente, se quebró el ala izquierda y el aparato empezó
a caer en picada pronunciada sin que Pettirossi pudiera hacer algo para
evitarla, precipitándose al suelo, donde murió instantáneamente, en
Ensenada, en la Provincia de Bs.As., en los campos donde hoy se levanta la planta potabilizadora de agua sobre el camino costanero Avenida Almirante Brown, cerca del Fuerte Barragán. Tenía solamente 29 años de edad. El reloj que usaba se detuvo por la violencia del impacto exactamente a las 9:25 horas, momento en el que ocurrió la tragedia.
Sus restos fueron velados en la sede del Aeroclub Argentino, donde delegaciones de varios países sudamericanos le rindieron un último homenaje. Luego, el féretro fue trasladado al puerto para ser embarcado con destino a Asunción en un vapor. En la confluencia de los Ríos Paraguay y Paraná, el ataúd fue transferido al cañonero “Adolfo Riquelme” de la Armada Paraguaya, que lo trasladó a Asunción, donde llegó el 23 de octubre de aquel año. Allí, fue recibido por altas autoridades civiles y militares, y más de 30.000 personas siguieron el cortejo fúnebre hasta el Ministerio de Guerra y Marina y posteriormente a la Escuela Militar. Al día siguiente, se realizó un oficio religioso en la Catedral de Asunción. En cada oportunidad, sendos discursos fueron pronunciados por personalidades de aquella época. Pettirossi, debido a su rango militar y en mérito de las hazañas logradas, recibió todos los honores militares, siendo enterrado en el Mausoleo Militar del Cementerio de La Recoleta de Asunción.
En la rotonda que une los caminos Avenida Diagonal Domingo
Mercante y Almirante Brown, de la ciudad argentina de Ensenada, se levanta
el monumento más importante en memoria de Silvio Pettirossi. En la misma ciudad,
el 23 de abril de 1917 se fundó el Club Atlético Pettirossi (que aún funciona
en calle San Martenn y Liniers) en homenaje al aviador paraguayo.
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