viernes, 14 de julio de 2017

Las vacaciones de los libros

Escrito por: 
Lic. Santiago Caballero

No. No me refiero al descanso de los libros a la espera de los lectores. Tampoco al largo ocio de los mismos en las bibliotecas, públicas o privadas, en algún estante de los hogares. No,  no me voy a unir al largo y manido plageo de “aquí luego nadie lee”, “no leemos ni un libro por año…”. Nada de eso. Quiero contarte que a partir de los libros se inventó en la Biblioteca y Archivo Central del Congreso (BACCN) el programa “Vacaciones inolvidables”, este año con el subtítulo “Fiestas y autores latinoamericanos”. 








El plan cuenta con la colaboración de la Secretaría Nacional de Cultura y el Instituto Superior de Bellas Artes. Y, por supuesto, con el entusiasmo de todos los funcionarios de la Biblioteca.


En los días de las vacaciones de invierno, las semanas del 10 al 21 de julio, las salas, los corredores, las galerías se llenaron de voces de los niños, de los adolescentes, de los jóvenes. Fueron convocados para contar y representar cuentos, para dibujarlos, para debatir sobre películas, para escuchar música, para danzar….O sea, diferentes propuestas creativas encaminadas para motivar a la participación, al buen gusto, al conocimiento. Para crear un buen ambiente, todos los funcionarios, se pusieron a colaborar a lo que dé lugar, desde los recibimientos hasta los preparativos para el cocido, el mbejú, el pororó, infaltable en las proyecciones de cine.











Así comprobarás, y lo comprobaremos todos, que si bien nuestros plageos sobre la falta de lectura son fundamentados, es muy poco lo que hacemos para superar esta deficiencia nacional. Todavía se considera a las bibliotecas, aún las universitarias, como depósitos, poco menos que impenetrables, cotos sagrados, donde solo unos privilegiados o lúcidos acceden con cierta frecuencia. Aquí, en la BACC, se esparcen semillas diferentes.









De los libros surgen y surgirán las vacaciones inolvidables. No sólo con los libros, los lectores, los aficionados a los libros, no pueden concebir unas vacaciones sin uno o más libros. Por eso, aquí se ha inventado las vacaciones de los libros; esto es,  los libros no sólo son buenos compañeros en los tiempos de ocio sino también de los libros surgen infinidad de formas, maneras, modos de entretenerse, de pasar bien, de aprender creativa y saludablemente.











Ah! Tampoco habrá exámenes ni parciales ni finales. Por los rostros de los niños, de los adolescentes, de los jóvenes, comprobaremos su satisfacción. Notaremos que aquí se van erradicando las barreras que impiden la lectura, el goce de recorrer las páginas de los saberes, de las imaginaciones, de las creaciones. Es un comienzo. Pero, sin duda, se proyectará desde la bahía de Asunción.
  














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