Escrito por: Lic. Santiago Caballero
“Campesina Rekové”, “La vida de la mujer campesina”, es el título de la exposición fotográfica de José María Blanch en la fotogalería “Fulgencia Almirón”, ubicada en la plaza de la Democracia, Independencia Nacional y Cerro Corá. La organización corre a cargo de la Dirección de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Asunción. El nombre de la fotogalería es un homenaje a la mujer, que a los 18 años, creó su estudio fotográfico en Asunción en el año 1864.
Se trata de imágenes recogidas
por Blanch en las Ligas Agrarias Campesinas vigentes en nuestro país desde 1960
a 1975, año en que el stronismo le dio fin a sangre y fuego; el régimen no
podía permitir una experiencia basada en la solidaridad, la projimidad,
enraizada en la fe, el amor y la esperanza cristiana. Todo ello fue considerado
“subversivo” sencillamente porque no respondía a las pautas de comportamiento,
de trabajo, de educación, impuestos por la dictadura.
La curadoría está a cargo de Luis
Vera. Él trabajó con unas 50 mil fotos, en blanco y negro, de la autoría del
sacerdote jesuita José María Blanch, español de nacimiento, paraguayo con
nacionalidad honoraria. Las instantáneas fueron captadas por Blanch en sus
periódicos viajes a los poblados campesinos donde moraban los liguistas. Las
comunidades, fueron, en gran mayoría animados por sacerdotes jesuitas,
compañeros y miembros de la congregación de Blanch.
La exposición “Campesina Rekové” fue montada como parte de los festejos del Día de la Mujer. Y, por ello, la selección toma como centro las fotografías de imágenes donde aparecen las mujeres en su condición de madre, de trabajadoras en el hogar, en la chacra, en la comunidad; las mujeres, oyentes de la radio, único medio masivo de uso común en esos tiempos, así como en la ayuda a los niños en las tareas escolares impartidas en las “Escuelitas campesinas” por el pytyvohara, el maestro, pero con un nombre acorde con la línea educativa de las Ligas: un ayudante en el aprendizaje.
El aprendizaje, para ellos, es un proceso donde al estudiante, niño,
adolescente, joven, mayor, es el centro; es quien descubre su realidad y la
realidad que lo rodea; de ahí, conoce su responsabilidad, acciona sobre su
entorno, se convierte en protagonista de su vida, de la vida de su comunidad. Y
así se prepara a formar parte de la historia del país, a comprometerse a llevar
adelante los cambios necesarios.
“Campesina Rekove” es un merecido
homenaje a las mujeres de las Ligas Agrarias Campesinas. Desde su condición de
mujeres, desde sus distintos roles y sobre todo desde el muy deteriorado
concepto y práctica vigentes en la sociedad, de entonces y de siempre, supieron
superar a discriminación para aportar a los cambios. Es que es imposible
construir una nueva sociedad sin superar las discriminaciones y sin propiciar
la igualdad de los derechos fundamentales de varones y mujeres al mismo tiempo.
El ojo artístico de Blanch deja
este inconmensurable legado a nuestra historia. Sus fotografías nos hablan de
un profundo respeto a las personas captadas, a su entorno, a su pobreza, a sus
limitaciones. Nos hablan de una forma muy diferente de vivir la misión del
sacerdote en la comunidad. Blanch pertenece a un grupo de jesuitas que en el
siglo pasado marcó una forma diferente de la misión. Es parte del grupo de
Oliva, Meliá, Caravias, Farré, Gelpí, Escobar, Ortega y otros para quienes el
énfasis de la misión no está en lo que aporta el misionero sino en lo que la
comunidad vive, siente, sufre, espera.
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