Escrito por: Ma. del Carmen Báez.
Hans
Christian Andersen (Odense, 2 de abril de 1805-Copenhague, 4 de agosto de 1875)
fue un escritor y poeta danés famoso por sus cuentos para niños, entre ellos El patito feo, La sirenita, El traje nuevo del
emperador, y La reina de las nieves.
El valor de estas obras en principio no fue muy apreciado; en
consecuencia, tuvieron poco éxito de ventas. No obstante, en 1838 Hans
Christian Andersen ya era un escritor establecido. La fama de sus cuentos de
hadas fue creciendo. Comenzó a escribir una segunda serie en 1838 y una tercera
en 1843, que apareció publicada con el título Cuentos nuevos. Entre sus más
famosos cuentos se encuentran «El patito feo», «El traje nuevo del emperador»,
«La reina de las nieves», «Las zapatillas rojas», «El soldadito de plomo», «El
ruiseñor», «La sirenita», «Pulgarcita», «La pequeña cerillera», «El alforfón»,
«El cofre volador», «El yesquero», «El ave Fénix», «La sombra», «La princesa y
el guisante» entre otros. Han sido traducidos a más de ochenta idiomas y
adaptados a obras de teatro, ballets, películas, dibujos animados, juegos en CD
y obras de escultura y pintura.
El más largo de los viajes de Andersen, entre 1840 y 1841, fue a través
de Alemania (donde hizo su primer viaje en tren), Italia, Malta y Grecia a
Constantinopla. El viaje de vuelta lo llevó hasta el Mar Negro y el Danubio. El
libro El bazar de un poeta (1842), donde narró su experiencia, es considerado
por muchos su mejor libro de viajes.
Andersen se convirtió en un personaje conocido en gran parte de Europa,
a pesar de que en Dinamarca no se le reconocía del todo como escritor. Sus
obras, para ese tiempo, ya se habían traducido al francés, al inglés y al
alemán. En junio de 1847, visitó Inglaterra por primera vez, viaje que resultó
todo un éxito. Charles Dickens lo acompañó en su partida.
Después de esto, Andersen continuó con sus publicaciones, aspirando a
convertirse en novelista y dramaturgo, lo que no consiguió. De hecho, Andersen
no tenía demasiado interés en sus cuentos de hadas, a pesar de que es
justamente por ellos por los que es valorado hoy en día. Aun así, continuó
escribiéndolos y en 1847 y 1848 aparecieron dos nuevos volúmenes. Tras un largo
silencio, Andersen publicó en 1857 otra novela, Ser o no ser. En 1863, después
de otro viaje, publicó un nuevo libro de viaje, en España, país donde le
impresionaron especialmente las ciudades de Málaga (donde tiene erigida una
estatua en su honor), Granada, Alicante y Toledo.
Una costumbre que Andersen mantuvo por muchos años, a partir de 1858,
fue la de narrar de su propia voz los cuentos que le volvieron famoso.
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