Escrito por: Lic. Santiago Caballero
La docencia ofrece diversas formas de sorpresas,
satisfacciones, decepciones y un largo etc. en la práctica profesional. Por
ejemplo, personalmente, cuando descubro
que entre mis alumno/as se encuentra un hijo o una hija de un exalumno/a, me
emociono. Es como dice un poeta compatriota: El tiempo hata oiko, ndaikatui
jajoko…Así, también el caso que nos compartió Mary Ortega, la jefa de la
sección infanto juvenil de la Biblioteca y Archivo Central del Congreso. En una
fotografía de hace unos años, la asidua participante de las actividades, Milena
Servín, hoy 13 años, luce una estatura que no sobrepasa a la de la profe. Sin
embargo, en la siguiente fotografía, unos pocos años después, ya la sobresale
en más de varios centímetros.
Es como una agradable metáfora de la vida y que el poeta
mencionado nos describe desde el paso del tiempo. Los adultos lo percibimos
desde todos los ángulos, de lo físico a los cambios de la conducta, de los
progresos en los conocimientos, en las habilidades, en las cualidades. Los
padres de familia y los docentes compartimos estas realidades y es muy
plausible que busquemos ambos grupos las formas de acompañar mejor el
crecimiento así como los retrocesos de los niños, de los adolescentes y de los
jóvenes.
En la educación formal se han dado importantes progresos para
responder adecuadamente a los grandes desafíos del crecimiento de los
educandos. La temprana estimulación es uno de ellos. Se trata de responder, de
incentivar, las posibilidades de desarrollo ya no exclusivamente desde la
lecto-escritura sino sobre todo de la imaginación, de la creatividad, de los
colores, de las melodías, de las relaciones adecuadas con los pares así como
con los animales, con las plantas, con la naturaleza. Por supuesto, no se debe
olvidar las posibilidades de los medios electrónicos fundamentalmente porque,
lastimosamente, sobre ellos pesa una
fuerte desconfianza por los aspectos negativos así como por la falta de mejores
conocimientos de su uso, en general, y particularmente en los niños.
El crecimiento físico llamativo en estatura de Milena llamó
la atención de la querida Mary y de cuantos vimos las fotografías. Que sea una
metáfora enriquecedora no solamente para Mary y sus colaboradoras de la
sección, sino también para todos cuantos soñamos ofrecer nuestros aportes
educativos a los niños y a los jóvenes desde la Biblioteca y Archivo Central
del Congreso.
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